miércoles, 21 de agosto de 2013

Mi primer artículo

Es miércoles 21 de agosto y el verano casi se ha acabado ya. En un mes o menos vuelven los libros y los estudios, se acaban las vacaciones y comienza el auténtico año, no ese que la gente celebra el 1 de enero. No, el año de verdad comienza en septiembre.
Bueno el caso es  que ese día nace un nuevo periódico, NHU Lavapiés, un medio de información gratuito destinado al madrileño barrio de Lavapiés, y yo, humilde colaborador del mismo ya he finalizado mi primer artículo de corte histórico.
Como comienzo lógico, antes de ponerme a hablar del origen de los nombres de las calles o de los sucesos que acontecieron en esta o esa plaza, me ha parecido  bien hablar del mismo origen del barrio (algo confuso, ya que lo que tradicionalmente se cree no está tan aferrado a la verdad como debería).

Aquí os dejo mi artículo para que lo leáis al completo. Espero que os guste.

    <<Dejando atrás la Plaza de Tirso de Molina desciendo la empinada calle de Mesón de Paredes rumbo a la plaza que da nombre a todo el barrio, asombrado por el intercambio de lugares del mundo que nuestro hogar recibe. Veo los bazares chinos, los restaurantes de comida indostaní y las tiendas de productos árabes, entremezclándose con perfecta armonía, como notas musicales de una partitura sublime.
    No hace falta viajar a Nueva York para vivir una experiencia multicultural.
    Lavapiés es singular de muchas maneras. El barrio castizo de Madrid se ha reconvertido así mismo en un lugar fascinante, que atrae a personas de todos los sitios, desde extranjeros recién llegados al país hasta artistas  de la música y el cine.
    Un lugar así merece un periódico y hasta una sección que repase su historia.
    Así que humildemente voy a aceptar dicho cometido. Sed todos bienvenidos a recorrer el pasado, la memoria, de Lavapiés.
    ¿Cómo empezó todo?
    La vox populi nos dice que fue la judería del Madrid medieval, que en el emplazamiento de la Iglesia de San Lorenzo se levantaba la sinagoga a la que los descendientes de Abrahán acudían a través de la calle de la Fe (que según algunos autores se llamó Calle de la Judería hasta 1493) y que en Salitre había un cementerio hebreo (lo cual es cierto). Añaden que los fervorosos nombres religiosos de algunas calles (Ave María, Jesús y María, La Fe) se deben a un intento de la monarquía católica de Isabel y Fernando por cristianizar las tierras habitadas por los “infieles” a los que acabarían expulsando de sus dominios en el año 1492.
    Y cuando el río suena es porque agua debe llevar.  Pero, ¿cuánto de cierto hay en esas afirmaciones?
    Para empezar debemos decir que la judería original se situaba entre lo que hoy es el Palacio de Oriente y la Plaza Mayor, como muestran numerosos documentos que han perdurado de los siglos XI y XII. Sin embargo, en 1391, la población judía de toda España sufrió un ataque por parte de los cristianos lo que provocó una gran migración hebrea, como el Éxodo bíblico. Madrid no fue la excepción y sus judíos madrileños abandonaron sus hogares para dispersarse por toda la ciudad. Más aún, en 1480 los Reyes Católicos promulgaron un edicto en el que se obligaba a las personas de sangre hebrea a habitar determinadas calles elegidas para ellos.
    Hay quien piensa que es en este momento en que el pueblo judío llega hasta Lavapiés, que por aquel entonces no era más que un arrabal, un barrio extramuros, fuera de la ciudad. De ser esto cierto poco tiempo les duró a los pobres sus nuevos hogares, ya que solo 12 años después sus católicas majestades, Isabel y Fernando, ordenarían la expulsión de sus reinos  todos aquellos que no se convirtiesen a la fe cristiana.
    ¿Cuál es la verdad? ¿Llegó Lavapiés a ser alguna vez judería de Madrid? ¿O es solo un comienzo poético para un lugar que inspira a soñar con fabulosas historias?
    Soñar, queridos amigos, es gratis. Que cada cual decida qué comienzo quiere darle a su barrio.>>

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